Etnografía Guaraní


Cuando no habían llegado los conquistadores, los guaraníes se asentaron en el sur de Brasil, el este de Bolivia y de Paraguay, noreste de Argentina, algunos incluso llegaron hasta cerca de la actual Buenos Aires y el Delta del Paraná. Se los llamaba chandules y otro grupo llegó hasta el Chaco boliviano denominándolos chiriguanos.

Se calcula que cuando llegaron los españoles en el siglo XVI al Paraguay eran unos 1.500.000 en todo el territorio. Llegaron a dominar a muchos grupos, como es el caso de los chanés. Su lengua fue aprendida por diferentes pueblos, fue muy útil para utilizarla en los intercambios y el comercio.

Etnografía Guaraní

Con el tiempo se convirtió en la lengua general conocida por las tribus del sur del Brasil, Paraguay, este de Bolivia y noreste de Argentina.

 

Con las migraciones se fueron instalando en lugares diferentes, adquiriendo otras costumbres y tejiendo su propia historia.

Los chandules desaparecieron cuando se instalaron los españoles.

En la actualidad, los principales grupos son los chiriguanos y los cainguá.

Los cainguá no fueron incorporados bajo las misiones jesuíticas ni por las encomiendas españolas. Su nombre significa 'del monte'. Se conocen tres grupos principales:
Mbyá: Habitan el sur de Brasil, Paraguay, Misiones en Argentina. Tuvieron menos influencia de los europeos.
Chiripá: Sur de Brasil y Paraguay.
Paí-kaiová: Sur de Brasil y Paraguay.

Familia - Sociedad:

La unidad social era el linaje o la familia extensa que se conocía como 'tevy'. Cada familia extensa tenía su jefe que daba consejos, mandaba en la guerra y arbitraba como juez en los conflictos entre familias.

Varios tevy se agrupaban en aldeas llamadas 'tekoa'. Cada aldea tenía un jefe llamado 'tuvichá' que podía tener el privilegio de tener varias esposas. El tuvichá era un excelente orador, pues no daba ordenes únicamente persuadía; por otra parte, debía tener un gran prestigio ya que si algún tevy no estaba conforme perdía el poder y tenía que migrar.

Los integrantes de tevy no se casaban entre sí, lo hacían con personas de otro linaje. Cuando una mujer se casaba pasaba a formar parte del linaje del marido y se mudaba a la casa de los padres del hombre (patrilocales). Los hijos pertenecerían al tevy de su padre (patrilineales). Se casaban muy jóvenes, muchas veces los matrimonios estaban arreglados de esta forma podían fraternizar varios tevy.

Las casas se agrupaban en 'aldeas' ordenadas alrededor de una plaza cuadrada donde se reunían para celebrar ceremonias y fiestas. Generalmente, cada aldea se formaba con ocho casas. La casa era protegida con empalizadas, rodeada de pozos con lanzas y palos afilados.

Eran frecuentes las enemistades entre los distintos linajes. Los prisioneros de guerra masculinos eran presa de una antropofagia ritual ya que eran antropófagos o 'caníbales'. El prisionero recibía un tratamiento especial antes de ser sacrificado. Era tenido como invitado de honor, se le daba honores para que muriera en su plenitud y así el que lo ingiriera recibiría su fuerza, incluso el captor podía darle una de sus hijas como esposa, adornos, buena ropa. El día del sacrificio era llevado a la plaza por las mujeres y se le entregaba un garrote para pelear. El ejecutor lo mataba de una mazazo, lo descuartizaban y lo asaban a la parrilla. La carne se repartía entre los asistentes y el cráneo se clavaba en la empalizada que rodeaba la aldea.

Guaraní

Los padres se encargaban de la educación del niño, le enseñaba a confeccionar arcos y flechas, a pescar y construir trampas. Los varones alrededor de los 15 años estaban preparados par ir a la guerra. Las mujeres permanecían con sus madres para aprender las tareas femeninas. Ambos aprendían bailes religiosos.

Las 'ceremonias de iniciación' marcaban la entrada de los jóvenes a la vida adulta. Después de estas ceremonias, podían casarse y adquirir las responsabilidades de los adultos de su sexo. Los varones se colocaban un adorno en la parte baja del labio inferior llamado 'el tembetá que era usado durante toda su vida, durante la ceremonia se rezaba para que el tembetá protegiera a su dueño de la muerte.

  Las mujeres jóvenes celebraban ceremonias individuales que consistían en un aislamiento por varios días, se cortaban el cabello muy corto y no podían comer carne mientras éste crecía; durante este tiempo se las preparaba para ser buenas esposas y madres.

Los hombres usaban un taparrabos de algodón o un 'chiripá' que consistía en una tela que envolvía la cintura y llegaba hasta las rodillas. Las mujeres usaban el 'tipoy o tupai' que consistía en una túnica de algodón sujeta sobre el hombro, los collares podían ser de semillas coloridas, de huesos, de vértebras de pescado, de valvas de caracol o plumas . Los jefes se adornaban con pectorales de bronce o plata, capas de plumas de colores, tocados y brazaletes de plumas en sus ceremonias.

Vivían en zonas selváticas, con suelos arcillosos, donde los recursos alimenticios eran escasos y dispersos. Como respuesta, adoptaron un sistema especial para este tipo de vegetación conocido como 'roza y quema'. Este sistema consistía en quemar los árboles en una pequeña porción de tierra, con la ayuda de un palo se hacía un agujero en la tierra para plantar semillas. La ceniza fertilizaba el suelo.

Las tierras de cultivo pertenecían a toda la comunidad. En consecuencia, los trabajos se hacían en grupo. Los hombres se encargaban de limpiar los terrenos y las mujeres generalmente se dedicaban a la siembra.

Cultivaban muchas variedades de maíz, mandioca, batatas, maníes, ananás, papayas, zapallos, porotos, sandías y caña de azúcar. Cosechaban otros vegetales: algodón para fabricar ropa, tabaco para sus ceremonias religiosas, hiervas medicinales y arbustos para obtener semillas para sus collares.

No poseían animales domésticos, sin embargo podían mantener en corrales con patos, pecaríes, loros y coatíes.

Utilizando flechas y trampas cazaban pecaríes, coatíes, ciervos, tortugas, iguanas, tapires, carpinchos, yacarés y aves. Pescaban pirañas, anguilas, sábalos, bagres y otros peces en ríos y arroyos de la región. También tenían muchos métodos de pesca. Usaban la línea y el anzuelo con cebo de carne de pájaro, redes o envenenaban el agua.

Familia Guaraní

Conseguían alimentos de la selva: frutos silvestres, palmitos, piñones tubérculos. Adquirían huevos de perdices y de patos, miel de avispa, larvas de mariposa y escarabajos que se preparaban fritos. Recolectaban yerba mate para tomar. Costumbre guaraní que pasó a los españoles y que actualmente se conserva. Extraían materiales para fabricar sus utensilios: ramas para sus flechas, fibras vegetales para confeccionar canastos y frutos para extraer colorantes para sus pinturas. Confeccionaban útiles para cocinar, comer y tomar agua en arcilla.

Los guaraníes eran excelentes alfareros. Entre sus cerámicas: unas eran muy grandes para guardar una bebida de maíz, otras servían como urnas funerarias para enterrar a los muertos. Fabricaban en cerámica hornos para las pipas para fumar tabaco en sus ceremonias.

Fabricaban recipientes con corteza de diferente forma (cilíndricos, con tapa, etc.) para guardar adornos y transportar cosechas desde el campo. Utilizaban la madera para fabricar cucharas, platos, morteros para moler el maíz y formar harina, bancos para sentarse.

Religión:

Tenían hechiceros y especialistas religiosos muy influyentes conocidos como 'payés'. Al igual que los jefes podían tener muchas mujeres.

Los payés tenían conocimientos sobre enfermedades, utilizaban remedios provenientes de plantas silvestres: con hongos cortaban las hemorragias, con yuyos bajaban la fiebre y aliviaban las indigestiones, el tabaco en emplastos era usado para curar lastimaduras. Con cantos sagrados se comunicaban con sus dioses y entraban en trance teniendo ensueños en los cuales averiguaban qué le sucedía al enfermo o incluso podían luchar contra los demonios para defenderlo.

Creían que los dioses se comunicaban con los payés y así obtenían sus secretos para conocer y comunicarse con los otros seres vivos.

Los payés estaban dotados de fuerzas especiales que influían en los hombres para bien o para mal.

Los seres invisibles vinculados con los animales y las plantas llamados 'porá' podían hacer daño a las personas enfermándolas, causando accidentes o impedir el éxito en la caza o agricultura. Por este motivo los payés podían averiguar en caso de una enfermedad sus causas. Cuando existía alguna ofensa se solía reparar el daño haciendo alguna compensación. Actuaban de jueces los jefes. Incluso si no había sospechoso se encargaban los payés de adivinar quien había cometido el delito por medio de golpes en el pecho de los sospechosos. Según la marca de sus dedos daba su veredicto.

Profeta ó 'payé'

En caso de muerte la familia de homicida debía ofrecer una indemnización a los familiares de la víctima, en caso contrario corría la venganza y eran atados por el linaje del muerto.

El grupo guaraní  mbyá creía que el dios creador era 'Ñanderú', significa 'Nuestro Gran Padre', había creado a cuatro parejas de dioses que tuvieron hijos-dioses quienes se encargaría de crear el universo. Fue el creador de la tierra y de los aninames y se retiró al cielo y dejó a los otros dioses que crearan el resto.

Karaí y su esposa creo el fuego y el trueno.
Jakaira la neblina.
Tupá las aguas.
Añá era un dios maléfico. Atrapaba el alma de los muertos para que le sirvieran.

El hombre tiene dos almas. Una viene de Ñanderú y da a las personas el habla y la inteligencia. Cuando una persona muere trata de volver a Ñanderú en un viaje con muchos peligros (puede ser atrapada por Añá o disolverse). La otra alma viene de los animales y es la que brinda el carácter. Relación Animal - Carácter: (Yaguareté.- Violento y cruel, Mariposa.- Bueno, Colibrí.- Bueno, Mono.- Inquieto, juguetón).

Con la muerte el alma se queda en la tierra y era peligrosa para las personas.

Rezaban de muchas formas. Tenían oraciones secretas y privadas en las cuales cada uno solicitaba una favor o agradecía. Se podía rezar cantando con palabras o con un sonido repetido. Podían rezar individualmente o en grupo. Otra forma de rezar era por medio del baile acompañados con flautas, tambores, sonajas, y el ravé, especie de violín de cuerdas. Las ceremonias eran oficiadas por los jefes o los hechiceros.

Los Conquistadores:

Los conquistadores aparecen en el siglo XVI a las órdenes de Juan Díaz de Solís. Sucumbieron en su enfrentamiento con los guaraníes y terminaron siendo víctimas del canibalismo. Después de unos años, guiado por un grupo de guaraníes, Sebastián Gaboto entró por el Paraná y entablo una relación comercial con ellos (obtenían leña y comidad a cambio de cuchillos y hachas de hierro).

Pedro de Mendoza en 1536 fundó Buenos Aires y envió expediciones por el río Paraná tratando de encontrar a los reinos del Perú con sus riquezas, conocida como 'El Dorado'. Uno de estos grupos llegó hasta el río Pilcomayo, fundaron 'Asunción' en la actual Paraguay. Lograron mantener buenas relaciones con los guaraníes. Con el tiempo el abuso por parte de los españoles fue en aumento.

En 1556 desde España se instaló el sistema de 'encomiendas' que era en realidad una forma de abuso mayor y explotación. El indígena así trabajaba para el encomendero realizando todo tipo de labores. Algunos corrían una suerte peor ya que se transformaban en 'yanaconas' y no volvían a ver a su familia viviendo como sirvientes de los españoles.

Al comienzo del siglo se añadieron los 'bandeirantes portugueses' que eran bandas armadas que incursionaban Paraguay secuestrando a los indios para venderlos como esclavos. Por si todo esto fuera poco se sumaron las enfermedades que trajeron los españoles y para las cuales los guaraníes, y el resto de los indígenas, no tenían defensa, produciéndose gran mortandad.

La compañía de Jesús instaló misiones o reducciones en Paraguay, Sur de Brasil y en las provincias de Misiones y Corrientes en Argentina. Incorporaron a la religión católica, rezaban oraciones cristianas y vivían en asentamientos especiales. Cuando los Jesuitas fueron expulsados los guaraníes volvieron a dispersarse por la selva.

Han sobrevivido los mbyá que fueron los menos sometidos. En la actualidad, se encuentran en Paraguay, sur de Brasil y en Misiones (Argentina). En 1985 se calculó que había 2.500 en Misiones. Con la destrucción de la selva van perdiendo su hogar. Ya no fabrican casi cerámica sino que realizan canastos. La lengua guaraní se mantiene y van a escuelas bilingües.

Ya no construyen casas comunales, viven en ranchos en familias separadas, la mayoría no posee estos títulos de propiedad, pasando a ser intrusos sin saber cuándo tendrán que migrar.